Los recientes avances en la tecnología del poliuretano (PU) ignífugo están redefiniendo los estándares de seguridad de los materiales en diversas industrias. Empresas chinas lideran el mercado con patentes innovadoras: el Grupo Jushi desarrolló un PU a base de agua mejorado con nano-SiO₂, que alcanza un índice de oxígeno del 29 % (resistencia al fuego de grado A) mediante la sinergia de fósforo y nitrógeno, mientras que Guangdong Yurong creó un retardante de llama intumescente ternario que se une químicamente a las moléculas de PU, garantizando una seguridad duradera sin lixiviación. Kunming Zhezitao integró fibras de carbono modificadas con fosfato en elastómeros de PU, lo que mejora la estabilidad térmica y la formación de carbón durante la combustión.
Al mismo tiempo, la investigación global promueve soluciones ecológicas. Un estudio de Química Sostenible de ACS de 2025 destacó sistemas de fósforo/silicio sin halógenos que, simultáneamente, permiten la resistencia al fuego y el antigoteo en poliuretanos a base de agua. La nanosílice derivada de la cáscara de arroz, combinada con retardantes sin halógenos, resulta prometedora para las espumas de poliuretano sostenibles, mejorando las barreras térmicas sin humo tóxico.
Impulsado por estrictas normativas de seguridad contra incendios, como el REACH de la UE y la norma TB 117 de California, se prevé que el mercado de plásticos ignífugos aumente de 3500 millones de dólares (2022) a 5200 millones de dólares para 2030, con la región Asia-Pacífico dominando el 40 % de la demanda mundial. Las innovaciones priorizan el equilibrio entre seguridad, durabilidad e impacto ambiental, lo que indica un crecimiento transformador para los sectores de la construcción, la automoción y la electrónica.
Hora de publicación: 03-jul-2025
